Cuando el personal de las ambulancias enviadas por el SEM REGIONAL, se encuentran con que los acompañantes del paciente no sabe qué hacer entre la llamada al 123 y la llegada del personal de emergencia. Por eso este Tips es importante leerlo para tener en cuenta en estos casos para mejorar el estado del paciente o al menos impedir que se complique.
En primer lugar, se debe MANTENER LA CALMA. Los nervios pueden provocar que se tomen decisiones precipitadas que impedirán prestar la ayuda apropiada. Por ejemplo, en ocasiones nos encontramos al llegar al lugar del aviso con que los familiares o acompañantes han de
cidido llevarse al paciente al hospital por su cuenta. Esta situación es muy grave, ya que no podemos atenderle y además, si se produce otro aviso mientras estamos ocupados en este, la otra persona tardará más en recibir la atención necesaria.
Además, es muy importante transmitir seguridad al paciente. Para ello, debemos permanecer junto a él, explicarle que la ayuda ya está en camino, preguntarle cómo se encuentra… Aunque parezcan medidas sencillas, son muy útiles para aliviar el sufrimiento emocional de la persona que necesita ayuda, ya que el dolor, la enfermedad, el mareo, etc. causan una gran angustia y sentir que hay alguien cerca para ayudarnos – aunque no lo conozcamos – reconforta mucho.
También es preciso preguntar al paciente acerca de sus antecentes de enfermedades y medicación que toma normalmente, ya que los servicios de emergencias médicas necesitarán estos datos para prestarle la mejor atención posible en función de su estado de salud habitual.
A continuación los tips básicos para complementar la información.
NO MOVER A QUIENES HAN SUFRIDO TRAUMATISMOS E IMPEDIR QUE SE MUEVAN.
Los traumatismos incluyen los golpes, las torceduras de muñeca o tobillo, los atropellos, las caídas, los accidentes de tránsito y otras circunstancias parecidas. Es muy importante que la persona no se mueva, ya que en los traumatismos las estructuras del organismo han podido resultar afectadas como huesos, nervios, vasos sanguíneos etc. y al moverse podrían sufrir más daños.
INCORPORAR A LAS PERSONAS CON DIFICULTAD AL RESPIRAR SI NO HAN SUFRIDO TRAUMATISMOS.
Cuando nos llaman para atender a una persona con problemas respiratorios normalmente nos la encontramos acostada boca arriba en la cama, posición que exige a su organismo hacer mucho esfuerzo para poder respirar. Si se colocan unos cojines o almohadones detrás de su espalda y se le incorpora en una posición parecida a la que se emplea para desayunar en la cama, le costará menos respirar y su estado general mejorará.
PONER DE COSTADO A LA GENTE QUE VOMITA
Tanto si están conscientes como si no. Al vomitar se corre el riesgo de que el contenido del estómago llegue a los pulmones, lo que produciría graves daños que pueden amenazar la vida del paciente.
SI EL PACIENTE SE MAREA, AYUDARLE A TUMBARSE
Para prevenir que se caiga o se golpee con algo si se tambalea. Se debe hacer en un lugar cómodo y tranquilo y si es posible evitar que se eche en el suelo sin poner nada debajo, ya que perdería mucho calor y esto podría agravar su estado.
PERMITIR QUE LA PERSONA ADOPTE UNA POSICIÓN QUE LE ALIVIE EL DOLOR
Si no ha sufrido un traumatismo. El dolor causado por algunas enfermedades disminuye al cambiar de postura. El paciente tenderá naturalmente a adoptar esas posiciones y se le debe ayudar a que lo haga, teniendo siempre en cuenta lo que se ha comentado anteriormente acerca de facilitar la respiración y evitar que esté en una mala posición si vomita.
NO SUJETAR A QUIENES CONVULSIONEN.
Las convulsiones son movimientos incontrolados del cuerpo que pueden provocar grandes sacudidas de los brazos y las piernas y son producidas por múltiples causas: golpes en la cabeza, enfermedades como el ictus y la epilepsia, la fiebre (en los niños pequeños). Si una persona empieza a convulsionar es muy importante no sujetarle porque podría causarle lesiones y evitar que se golpee con objetos cercanos o las personas que tratan de ayudarle.
PROPORCIONAR UN ENTORNO TRANQUILO A LOS PACIENTES CON TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS.
Estas personas no comprenden bien el entorno que les rodea, por lo que les afectan especialmente los gritos, los nervios, los movimientos bruscos. Además, algunas enfermedades pueden provocar que estos pacientes reaccionen violentamente, lo que puede resultar peligroso para las personas que tratan de ayudarles.
En caso de duda, se puede volver a llamar al 123 y pedir consejo al personal capacitado del SEM Regional, el profesional le dará sugerencias para ayudar a ese paciente en concreto.